Descreídos Martes, 2 febrero 2016

No basta ser inteligente, hay que aspirar a ser racional

Qué es y para qué sirve la racionalidad

Escribe: Aurora Gutiérrez

Estás en el cine viendo “Terminator 16”, fuiste el día del estreno pues eres un fan y habías visto los avances y te habías generado una gran expectativa. Y de pronto, a los 30 minutos, te das cuenta de que la película no te gusta. No tiene siquiera algo rescatable. Te sientes decepcionado y aburrido y no sabes qué hacer. Podrías seguir viendo la insufrible décimosexta edición de la saga o salir de la sala y perder el dinero de la entrada. ¿Qué haces?

Eres una persona inteligente, seguramente te lo han dicho. Además eres un descreído (ateo, agnóstico u otro), te consideras escéptico y una persona razonable. Pero. ¿Eres racional?

Entre las definiciones que se pueden encontrar en la web, elegí la de la página Less Wrong (en inglés) que reza “La racionalidad es la característica de pensar y actuar de forma óptima.” (ver también la de Wikipedia y Rational Wiki – en inglés)

También, y para evitarnos confusiones, aclararé qué no es la racionalidad: No es racionalismo (la razón como fuente única de conocimiento). No es carecer de sentimientos o emociones; de hecho los sentimientos y las emociones juegan un papel importante en decidir nuestras metas. No es pretender que todos son racionales. No es racionalización, que significa encontrar razones para justificar una acción o situación luego de que esta se ha llevado a cabo. No es no fallar: equivocarse es “normal” y hasta importante. Debemos reconocer que no somos agentes infalibles. Ser más racional no te otorgará de pronto poderes mágicos de cálculos precisos.

elsa

Pues bien, usamos entonces “racionalidad” como “tener un modelo adecuado de la realidad y actuar conforme a él”. Para eso hacemos la distinción entre la Racionalidad epistémica y la Racionalidad Instrumental.

La Racionalidad epistémica (“pensar de forma óptima”)es la que se preocupa por tener creencias adecuadas sobre el mundo. Para esto, es necesario tener en cuenta algunos principios, como, entre otros, el de la distinción entre mapa y territorio, ya que tus creencias sobre la realidad (mapa), no son la realidad en sí misma (territorio) y cambiar tus creencias no cambia la realidad pero un cambio en la realidad sí debe cambiar tus creencias; el de la actualización de creencias ante nueva evidencia, que implica no aferrarse a ninguna creencia u opinión ya que lo mejor, cuando se nos presenta evidencia contraria a una creencia, es hacer como Elsa y Let it go…; el mantener un sistema de creencias coherente, si dos creencias se contradicen, puede ser que una o las dos sean falsas: si has prestado atención en el colegio o has leído libros de texto sobre física y crees que son ciertos y se aplican a esta realidad y a la vez crees que es posible que exista un humano que levita, pues tienes un conflicto de creencias que debe ser resuelto; y el muy importante principio de imparcialidad, que implica que nuestras creencias de la realidad no deben estar basadas en nuestros deseos de cómo quisiéramos que sea la realidad, si bien los sentimientos y emociones son importantes, no pueden determinar nuestro modelo de la realidad (aunque sí nuestras acciones).

El mapa no es el territorio.

El mapa no es el territorio.

La Racionalidad Instrumental (“actuar de forma óptima”), por otro lado, se ocupa de elegir e implementar acciones que se dirijan hacia la obtención de las metas planteadas. Las metas serán planteadas individualmente según el deseo de cada individuo y en conformidad con la realidad, ya que plantearse una meta imposible, como volar sin ayuda o salir con Emma Watson, no es racional. Esta es completamente dependiente de tener un buen modelo de la realidad, ya que de esta manera sabremos qué acciones tenderán a tener como resultado el esperado, y de la coherencia. Una persona que sabe que tiene que realizar una acción para lograr un objetivo pero no realiza dicha acción, no está siendo racional: si José quiere llegar de Lima a Trujillo en una hora, pero se rehúsa a tomar un avión y pretende ir en bus, está siendo irracional.

Problemas con la racionalidad humana

Es muy bonito decir que debemos tener un buen modelo de la realidad y actuar oonforme a este para lograr nuestros objetivos y esta era la manera en la que se modelaba al ser humano en las teorías económicas pasadas, el famoso Homo œconomicus que siempre actuaba de forma racional. Pero viendo la realidad, vemos que los seres humanos, en nuestra mayoría, no nos comportamos de esta manera.

Esto se debe, en parte, a lo que Herbert Simon llamó Racionalidad Limitada o acotada, el hecho de que los humanos son sólo parcialmente racionales, y no pueden serlo completamente. Esta racionalidad humana está limitada por la información disponible, la limitación cognitiva de cada individuo y el tiempo disponible para tomar la decisión. Bajo este concepto, lo más que podemos hacer nosotros como seres humanos es aspirar a ser racionales, nunca serlo completamente.

Parte de aspirar a ser racional y a pensar claramente incluye librarse de prejuicios y sesgos cognitivos, los culpables de muchos errores de pensamiento y consecuentes errores de acción.

Si nos quitáramos el crayón cognitivo, seríamos todos racionales.

Si nos quitáramos el crayón cognitivo, seríamos todos racionales.

¿Qué son los sesgos cognitivos?

Un “Sesgo”, a secas, es una inclinación o desviación. Un sesgo cognitivo, entonces, es una inclinación o un favorecimiento hacia una idea o percepción. En este caso, una desviación de la “verdad”. (Ver extensa definición en wikipedia). Para Julia Galef, su definición favorita es: “El estudio de cómo piensan los demás.” Y es que muchas veces (la mayoría para muchos de nosotros) es muy fácil encontrar los errores de razonamiento en otras personas y mucho más difícil (imposible, para algunos) encontrarlos en nosotros mismos. Esta característica es en sí misma un sesgo cognitivo: El prejuicio del punto ciego, por el cuál uno no nota sus propios sesgos y se ve a sí mismo como menos sesgado y más racional que los demás.

¿Por qué no hay más gente interesada en ser racional?

¿Por qué no hay más gente interesada en ser racional?

Para la racionalidad epistémica (“pensar de forma óptima”), los sesgos cognitivos impiden que tengamos un modelo adecuado de la realidad: hace que nuestro mapa no corresponda al territorio. El sesgo del Efecto Halo es uno muy común y se da cuando nos dejamos llevar por la apariencia agradable de una persona o situación y asociamos esa característica con otras que no tienen relación: es guapa, por lo tanto es buena persona; es un buen padre, por lo tanto será un buen político.

Para la racionalidad instrumental (“actuar de forma óptima”), este error en la percepción de la realidad hace que no tomemos buenas decisiones. Un sesgo muy común es el de Costo Irrecuperable, por el cual se razona que, habiendo invertido en una acción, no se puede dejar de realizar la acción pues se perderá la inversión, y esto es razón suficiente para continuar así resulte que la acción no es beneficiosa. Aplicado al ejemplo inicial: el sesgo se da cuando crees que al salir de la película, estarás perdiendo tu entrada y el costo de la entrada es razón suficiente para seguir viendo la película; cuando en realidad no debería tomarse en cuenta, ya que la entrada ya está pagada, el costo se ha ‘perdido’ de cualquier manera y quedarte en el cine viendo la película sin obtener un beneficio (satisfacción por una buena película) resulta en una pérdida aún mayor (de por lo menos tiempo y emoción).

Puedes también revisar esta lista de 12 sesgos que impiden que seas racional.

Enlaces externos

Pero yo ya soy ateo y soy muy inteligente… ¡racionalidad!

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