Descreídos Miércoles, 12 julio 2017

Qué es la ‘agenda gay’ y por qué las iglesias están obsesionadas contra ella

Escrito por Helmut Kessel, presidente de la

Sociedad Secular Humanista del Perú

 

La agenda gay. Aquella frase que causa tanto temor y sospecha en gran parte de la gente. Para muchas personas, escuchar de la agenda gay o agenda LGTB trae imágenes apocalípticas de sociedades donde reina la inmoralidad, se persigue a las personas de fe, se les lava el cerebro a los niños para volverlos homosexuales y la raza humana se encuentra al borde de la extinción.

* Sólo de lunes a viernes. No aplica para feriados religiosos.

* Sólo de lunes a viernes. No aplica para feriados religiosos.

Estoy convencido de que estas personas dormirían más tranquilas si dejaran de prestar tanta atención a los discursos de fuego y azufre de sus líderes espirituales, y se enteraran de lo inocua que es en realidad la agenda LGTB. Podría resumirla en cinco puntos fundamentales:

  • i) no quiero que me ataquen en las calles y plazas por ser como soy;
  • ii) no quiero que me expulsen de tiendas o restaurantes ni que me discriminen;
  • iii) quiero poder servir a mi país abiertamente;
  • iv) quiero que el Estado y la sociedad me reconozcan a mí y a mi familia, aunque seamos diferentes; y
  • v) si soy transgénero, quiero además un DNI que refleje quien soy ahora, para poderme integrar mejor en la sociedad.

En resumen, no quiero que recorten mis derechos ni que me traten como ciudadano de segunda solo por mi orientación sexual o mi identidad de género.

Existen personas que se enamoran de personas de su mismo sexo, y existen personas cuya identidad difiere del sexo con el que nacieron. No se les debe maltratar arguyendo amenazas infundadas que vienen del miedo a lo desconocido. Las imágenes de sociedades quebradas por la agenda LGTB no se condicen con la realidad, pues aquellas sociedades más aceptantes de dicha comunidad tienen por lo general los niveles más bajos de crimen y corrupción, los niveles más altos de educación y bienestar social, y los presupuestos más generosos para ayuda internacional. Es decir, distan mucho de ser inmorales.

En nuestro país existen verdaderas amenazas. Hace dos semanas murieron quemados dos jóvenes tras haber sido encerrados en un contenedor. Mientras la esclavitud aún persiste en el Perú, las corrientes ultraconservadoras de la política y la religión se desviven luchando contra los gays y la ‘ideología de género’. Estos chicos han sido víctimas de una amenaza real, no de fantasmas inventados por aquellos que sólo desean mantenerse en el poder.

Existe una faceta lamentable en las religiones organizadas que suele buscar grandes amenazas que nadie combate para de esta forma atribuirse el rol de protectoras de la sociedad, y así mantener su relevancia y su lugar en la política. Cuando dicho enemigo monstruoso no existe, tienden a inventar uno agrediendo en el proceso a grupos minoritarios.

Estas supuestas amenazas han provenido de fantasías infantiles como las brujas o las posesiones demoníacas, de odios sectarios como la persecución de judíos y herejes, o simplemente de la conveniencia política de polarizar al pueblo. Y la forma más siniestra de crear esta falsa amenaza es escondiéndose detrás de los niños para ocultar sus propios prejuicios y objetivos ulteriores.

La campaña "chapa tu gay y quémalo", siempre del lado correcto de la historia.

La campaña «chapa tu gay y quémalo», siempre del lado correcto de la historia.

La ‘amenaza’ de hoy ya no son las brujas o los judíos, sino los homosexuales, transexuales, la ‘ideología de género’ y ciertas teorías científicas que contradicen a los textos sagrados. La agenda LGTB no busca meterse con los hijos de nadie. Sólo pide igualdad ante la ley, seguridad, inclusión social y justicia.